Después de darle muchas vueltas sobre aquello de lo que me gustaría hablaros he decidido hacerlo sobre: las brechas. Espero que este post os guste y como siempre ya sabéis que podéis comentarme al final. Recojo ideas, propuestas y críticas.
Pues bien, el otro día acudí a una conferencia que hablaba sobre la brecha digital ( la separación que hay entre las personas que tienen y saben utilizar las tecnologías y la que no tiene ni sabe utilizarlas). Me pareció interesante porque hoy en día hay muchas brechas más aparte de esta que nos hacen separarnos de las personas por cualquier razón. Es por eso que muchas veces podemos estar separándonos de nuestros amigos o incluso de nuestras familias por aquello que nos está pasando. Me gustaría deciros que es una cosa por la que casi todos hemos pasado y de la que alguna manera siempre se aprende. Distanciarse de tu alrededor cuando tienes algún problema o algo que no quieres que se sepa (porque crees que no te escucharán como necesitas o no quieres preocuparles) es una de las cosas que los humanos hacemos constantemente. Hoy vamos a hablar de TRES brechas que pueden surgir a partir de esto: la brecha familiar, la brecha de la amistad y la interior.
LAS BRECHAS FAMILIARES
Supongo que muchas veces hemos pensado en no contarles a los padres o familiares en general lo que nos está pasando porque creemos que no nos van a entender. Es como una línea en el que, aunque los quieras, sabes que hay cosas en las que no van a pensar como tú. Creo que me he encontrado en la misma situación que vosotras muchas veces que se me ha pasado por la cabeza contarles algo con lo que sabía que no iban a estar de acuerdo pero ¿ sabéis qué? Ellos también han tenido vuestra edad y han pasado por las mismas cosas que vosotras. No hay nada más grande que la empatía ni nadie mejor que ellos para ponerla en práctica. Son, muchas veces, en los únicos que podremos confiar tanto para contarles algo como para que nos guarden nuestros mejores secretos porque sabemos que ante todo ellos van a poner nuestra felicidad por delante. Es por eso que os animo a explicarles, aunque sea en menor medida, lo que os está pasando para que podáis tener la opinión de alguien que cuenta con mayor experiencia y un amor enorme hacia vosotras. Es una pena como por nuestros miedos o inseguridades en nuestro papel de hijas dejamos de contarles lo que nos preocupa. Se abre así una brecha que poco a poco nos va a ir distanciando hasta convertirnos en personas totalmente desconocidas. Tengo que romper una lanza a favor de ellos, de todos los padres que viven desde el amor y el cariño a sus hijos: no hay peor sensación que el que sepan que a los hijos nos pasa algo pero no sepan el qué. Es una sensación que no os la podría explicar, son cosas que hay que ver para llegar a entender toda su importancia. Os invito así a poder compartir con ellos todo lo que se os pase por la mente, todo lo que creáis importante porque si para vosotras lo es, seguro que para ellos también.
LAS BRECHAS DE LA AMISTAD
No hay nada mejor que te ocurra algo negativo para saber qué papel toma cada uno de tus amigos. Supongo que esta brecha puede producirse por dos cosas: por la obligación (como ya hemos hablado anteriormente) de estar con tu pareja debido a sus constantes prohibiciones y condicionamientos y por otro lado por parte de los amigos que deciden tomar una postura contraria a la que consideras que deberían haber tomado. En repetidas ocasiones hemos podido tener la sensación de que nos estamos alejando de nuestros amigos porque pasamos demasiado tiempo con nuestra pareja y además de eso lo hacemos por evitar una discusión que sabemos que va a llegar (porque eso le molesta y no le gusta). Es aquí cuando se puede abrir otra brecha que costará mucho de cerrar. Se produce una separación entre nuestros amigos y nuestra pareja ( cosa que nos hace tener también un debate interno entre lo que deberíamos hacer y lo que no), un diálogo que no quiere dejar de lado a los amigos pero tampoco que él se enfade. Con el tiempo, puede ser que acabemos distanciándonos tanto de nuestro alrededor que ya no se preocupen ni se acuerden de nosotras porque sin querer nos hemos ido desprendiendo cada vez más de muchas personas que eran importantes.
Por otro lado, puede que descubramos amigos con los que sea necesario abrir una brecha que quede así para siempre. Cuando nos ocurren estas cosas en las que lo pasamos mal y necesitamos apoyo de los demás es cuando las personas demuestran realmente quién son. Como decía mi madre: '' no hay mal que por bien no venga''. Ya hay quién dice ( y así lo pienso yo también) que a los amigos se les conoce solo cuando las situaciones se ponen duras. En el momento que deberían, como amigos que son, estar al lado tuyo cuidándote desde el cariño y el amor. Puede ser este un buen momento para abrir brechas con quien consideremos y empezar a cerrar otras que nunca deberían haberse abierto.
LA BRECHA INTERIOR
Puede ser que en muchas ocasiones hayamos sentido una división de pensamientos dentro de nosotras mismas. Una parte de mí me dice una cosa y la otra parte me dice toda la contraria. No hay que asustarse si nos pasa esto ya que, ahora como en otras situaciones, esto nos seguirá pasando. Forma parte de nuestro desarrollo como personas y de todas las contradicciones que podamos tener escondidas. No es nada más que una conversación interior que nos permita decidir que es lo mejor para nosotras. Esto, al fin y al cabo, no es más que una reflexión que se convierte en un acto de madurez. Intentemos así, desde nuestras brechas, lo que nos aleja de un pensamiento al otro, construir un camino que nos permita coger aquellas que más nos convenzan. Es un trabajo difícil, de madurez y orden de pensamientos que se irá aclarando poco a poco dentro de nosotras. Hay que darse tiempo y tomárselo con mucha paciencia.
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Wikimedia Commons
©Esther García
Noviembre, 2016
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